Suspiro

Esta semana pasada acabo de entrar a la escuela, terminamos el tronco común y el grupo se dividió en áreas, pocos quedaron con sus viejos amigos e inevitablemente nos dio un poco de tristeza, el lunes pasado a las 6:50 de la mañana llegue temprano y nos reunimos por ultima vez, fue lindo, no le hablaba mucho a algunos del salón pero ese día pareciamos amigos, y todos nos extrañaríamos aunque no nos lleváramos bien, cada quien contó como le fue en las vacaciones, nos reímos un poco y cuando dieron las 7 en punto y empezaba a salir el sol cada quien se iba yendo a su respectivo grupo, supe que posiblemente ya no le halaría nunca mas a uno que otro pero supe que haría nuevas amistades y que las que valían no las perdería, y fue una persona en especial la que se me vino a la mente, a penas y la pude saludar y un día ni la vi ¿Como no me iba a poner melancólico?

los recuerdos me atacaron y diario me topaba con algo que me detonaba los sentimientos, a día siguiente vi a mi ex, dijimos a lo mucho 10 palabras y al despedirnos, la maldita costumbre, le di un beso en la mejilla, sentí un ambiente triste al instante, y me voltee antes de que se quebrara mi voz y se me aguaran los ojos, dirán : "no es para tanto" pero en conjunto con todas las emociones estaba en un punto muy frágil, muy frágil, tan frágil, que no solo en la escuela me sentía así, tuve una charla con mi mama, al parecer ella también estaba triste y empezó como "pleito" pero se fueron calmando los animos, sosteniendo mis lágrimas mientras escuchaba su linda voz y me abrazaba como cuando era niño, fue una charla muy profunda, salieron muchas cosas, entre ellas, mi hermana muerta, no se porque nunca me lo había dicho, en ese momento solo quería mecerem en sus brazos y llorar, pero no pude, creo que ya estoy acostumbrado a cuidarla yo, le di un beso de buenas noches, baje por un baso de agua, me lave los dientes, me meti mi cuarto y antes de cerrar la puerta empecé a llorar todo lo que necesitaba, derramando lágrimas acompañado por el cielo tempestuoso y de la misma manera que corría el rió, fluían mis emociones,igual de necesario.

Pero no todo fue melancolía, conocí gente nueva, me puse a hacer ejercicio, me metí al club de teatro de la escuela, y el domingo en la noche cerré la semana de la mejor manera posible, una cena deliciosa y abundante con una, unas copas de vino, de vez en cuando hay que darle un vistazo al pasado, si nos duele no es señal de que hay que olvidarlo es señal de que hay que superarlo